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Una “prometedora” terapia para la ELA se acerca a la clínica

Un fármaco experimental, que se encuentra en fase 3 de estudio, podría retrasar o prevenir esta enfermedad causada por FUS mutante.

Un fármaco experimental, probado por primera vez en el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, ahora se está probando en pacientes de 25 años con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en un ensayo clínico global de fase 3, basado en resultados prometedores de un nuevo estudio.

El estudio encontró que el fármaco, llamado informalmente jacifusen, redujo los niveles de FUS, una proteína tóxica en las neuronas de la mujer y en ratones con la enfermedad. Y este ensayo clínico será fundamental para determinar si el medicamento puede retrasar o no la progresión de la enfermedad.

Aunque el fármaco posiblemente se administró prematuramente en un caso de una joven en el que la enfermedad estaba muy avanzada, la primera vez que dicha paciente lo recibió por primera vez, el estudio encontró que “tuvo un efecto profundo, eliminando virtualmente las proteínas tóxicas en el sistema nervioso central y reduciendo drásticamente la carga de la patología FUS”, según detalla el líder del estudio Neil Shneider, MD, PhD, profesor asociado Claire Tow de Trastornos de la Neurona Motora en el Departamento de Neurología y director del Centro Eleanor and Lou Gehrig ALS en el Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia.

“Junto con nuestros datos en animales, este estudio sugiere que el fármaco tiene el potencial de retrasar o prevenir la ELA causada por FUS mutante antes de que aparezcan los síntomas o retrasar la progresión clínica después del inicio de la enfermedad“.

La historia de Jacifusen

Jacifusen recibe su nombre de Jaci Hermstad, la primera persona en recibir el medicamento.

La ELA generalmente se asocia con adultos, pero una forma rara y agresiva de la enfermedad puede afectar a personas en la adolescencia o en los 20 años, como Jaci.

La enfermedad ataca a las neuronas motoras del paciente, que controlan los músculos del cuerpo, hasta que el paciente ya no puede moverse ni respirar sin ayuda.

Hace varios años, los investigadores descubrieron que la mayoría de los adolescentes y adultos jóvenes con ELA tienen mutaciones en un gen llamado FUS.

Gracias a unos estudios previos basados en una serie de modelos de ratones con mutaciones de FUS relacionadas con ELA, Shneider descubrió que la proteína FUS mutante es tóxica para las neuronas motoras, lo que sugiere que reducir los niveles de esta proteína, silenciando el gen que la produce, puede proteger las neuronas en pacientes con ELA con la mutación.

La búsqueda de un fármaco que detuviera la producción de esta proteína, condujo a la identificación de ION363, un compuesto que redujo efectivamente los niveles de FUS en el cerebro y la médula espinal del ratón, y previno la aparición de la enfermedad en el animal.

“Las personas con estas mutaciones generalmente mueren dentro del año del diagnóstico”, señala Shneider.

Jaci recibió la primera de varias dosis del medicamento en 2019. “Vimos una desaceleración significativa en su declive funcional, lo que sugiere que el medicamento estaba funcionando según lo previsto, pero lamentablemente, su enfermedad ya estaba avanzada cuando comenzó el tratamiento y ella murió aproximadamente un año después”, dice Shneider.

Degradación de las neuronas motoras, ilustración conceptual en 3D.

El jacifusen podría eliminar las proteínas tóxicas

En su nuevo estudio, publicado en Nature Medicine, Shneider encontró que una sola administración de jacifusen en un modelo de ratón recién nacido, silenció efectivamente el gen FUS, redujo los niveles de proteína FUS en el cerebro y la médula espinal y retrasó el desarrollo motor neurodegenerativo en los ratones –todo ello sin efectos secundarios aparentes–.

Los hallazgos, junto con los signos alentadores de otros 10 pacientes que recibieron jacifusen bajo el programa de uso compasivo, convencieron a Ionis de patrocinar un ensayo clínico fundamental de fase 3, tanto en Columbia como en otros muchos lugares de Estados Unidos, Europa y Asia.

“Este ensayo determinará si jacifusen es seguro y si puede retardar de forma efectiva la progresión de la enfermedad en pacientes con FUS-ELA sintomáticos.

Si se aprueba, jacifusen sería el primer tratamiento para esta forma altamente agresiva de ELA de inicio temprano”, según explica Shneider.

Los estudios futuros determinarán si jacifusen funciona, administrándose antes de que los pacientes se vuelvan sintomáticos.

“Este estudio es un ejemplo de medicina verdaderamente personalizada en el siglo XXI”, concluye Shneider.

Fuente: gacetamedica.com/investigacion/

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