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Disfagia: se estima que 1 de cada 17 personas en el mundo tiene o la tendrá

Si no es tratada puede traer complicaciones como desnutrición, deshidratación, infecciones respiratorias y neumonía por aspiración.

La disfagia es la dificultad para tragar alimentos o líquidos, condición muy frecuente en adultos mayores y en personas con alguna enfermedad neurológica. Si no es tratada debidamente, puede traer como consecuencia complicaciones como desnutrición, deshidratación, infecciones respiratorias y neumonía por aspiración, siendo situaciones que ponen en riesgo la vida de los pacientes que la sufren.

Se estima que 1 de cada 17 personas en el mundo tiene o tendrá, en algún momento de su vida, algún grado de disfagia según especialistas a Noticias Argentinas. Además de consistir en la imposibilidad de transportar alimentos sólidos o líquidos, también genera complicaciones en transportar saliva desde la boca hacia el estómago.

La disfagia está asociada a cuadros de ACV y muchas enfermedades neurológicas y neurodegenerativas (en el 60% y 80% de casos de Parkinson, Alzheimer o esclerosis lateral amiotrófica -también conocida como ELA). “Cuando no se diagnostica oportunamente puede generar complicaciones serveras como denustrición, deshidratación, infecciones respiratorias, deteriorando la saluda y la calidad de vida”, afirma Valeria Ton, fonoaudióloga y presidenta de la Asociación Argentina de Disfagia (AAD).

Según las estadísticas, entre un 48% y un 51% de pacientes con disfagia sufre aspiraciones durante la ingesta y está mal nutrido mientras que 3 de cada 4 pacientes experimentan deshidratación. Por esta razón se hace necesaria una respuesta desde la innovación y la tecnología para ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes la sufren. Lógicamente, la malnutrición que trae como consecuencia trae mayores tasas de discapacidad, morbimortalidad, costos de salud y demás.

Para ello, además, se desarrolló una clasificación de alimentos según su textura a partir de la Iniciativa Internacional de Estandarización de la Dieta de la Disfagia (IDDSI). Lo que se destaca es que clasifica alimentos y bebidas en ocho niveles, desde un nivel cero -líquidos finos (agua) hasta un nivel 7, equivalente a una dieta normal.

¿Cómo se identifica la disfagia?

Más allá de los problemas para tragar que puede presentar el o la paciente, los especialistas también tienen la posbilidad de divisar a personas que tienen riesgo de desarrollar la condición. Para esto, se utilizan métodos de screening realizados por personal entrenado, una evaluación clínica a cargo de fonoaudiólogos y la valoración instrumental mediante estudios específicos encargados de medir la degulción.

A partir del diagnóstico, es importante llevar a cabo un tratamiento a cargo de especialistas en trastorno del lenguaje y el habla; ya sea para la rehabilitación o para mantener una función deglutoria que permita seguridad y eficiencia explica la licenciada en nutrición del Hospital General de Agudos Dr. Cosme Argerich, María Laura Ferreira. “La primera, relacionada con la prevención de penetración y aspiración y la segunda con la hidratación y nutrición”, sostiene.

Cómo se trata la condición

La doctora Ferreira, que además es parte de un grupo de estudio de Disfagia de la Asociación Argentina de Nutrición Enteral y Parenteral (AANEP), explicó: “Uno de los pilares para el tratamiento es la modificación de las texturas y consistencias de los alimentos y bebidas a través de cambios en el procesamiento de estos y mediante el uso de los espesantes”. Mientras que Ton, sumó: “Los espesantes puede agregarse a los líquidos que el paciente consume para aumentar viscosidad y mejorar la seguridad del trago, ya que el tránsito será más lento y controlado. También puede agregarse a alimentos sólidos para darle una consistencia adecuada, uniforme, firme y homogénea”.

Por otra parte, en relación a la modificación de texturas y viscosidades, la fonoaudióloga agregó: “Es un método que ha demostrado reducir el riesgo de penetración y aspiración. Además permite mantener una adecuada nutrición e hidratación que mejoran, de manera significativa, la calidad de vida de las personas con disfagia”.

Buscando contribuir con las modificaciones en la dieta y alcanzar las mejoras mencionadas, se diseñaron nuevos agentes espesantes que logran espesar y cambiar la consistencia de ciertos alimentos para mejorar la digestión. Hasta el momento, en Argentina solo se disponen espesantes a base de almidón modificado o de una combinación de almidón y gomas.

Recientemente, en nuestro país, se presentó un espesante desarrollado exclusivamente a base de gomas que demostró alcanzar un mayor espesamiento sin modificar color, olor y apariencia del líquido al que se lo agrega. Tiene como característica principal que es amilasa resistente, generando el beneficio de brindar mayor seguridad a quien deglute el alimento. “Los estudios demuestran su capacidad de resistir la acción de la amilasa salival y de reducir el residuo faríngeo, dando una mayor seguridad durante el proceso de deglución. Permite un espesamiento más rápido, una mayor estabilidad a lo largo del tiempo, generando menor saciedad”, dijo Ferreira.

Fuente: www.eldestapeweb.com/sociedad/salud/

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