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Un estudio revela cambios moleculares en la ELA que provocan una excitabilidad neuronal anormal

Un ensayo del King’s College London ha descubierto un nuevo mecanismo detrás de la actividad neuronal desregulada en la Esclerosis Lateral Anmiotrófica.

Investigadores del King’s College London han descubierto un nuevo mecanismo detrás de la actividad neuronal desregulada en la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Este nuevo ensayo ha identificado el segmento inicial del axión (AIS) como la región que impulsa la regulación anormal de la actividad neuronal en la ELA.

Se han descubierto que los cambios moleculares, estructurales y funcionales en el AIS que provocan una excitabilidad neuronal anormal.

Se han descubierto que los cambios moleculares, estructurales y funcionales en el AIS, que es la región donde se inician las señales eléctricas en las neuronas, provocan una excitabilidad neuronal anormal y, de hecho, la revista Cell Reports se ha hecho eco de ello.

En el estudio, los investigadores examinaron dos de las causas genéticas más comunes de las mutaciones AIS en los genes, TDP-43 y C9ORF72. En la ELA, la señalización eléctrica de las neuronas aumenta inicialmente durante las primeras etapas de la enfermedad y progresivamente se va deteriorando a medida que las células se deterioran y dejan de responder adecuadamente a los estímulos.

Hiperexcitabilidad

En este sentido, los investigadores generaron neuronas motoras a partir de células madre derivadas de pacientes y observaron que la longitud de la región del segmento inicial del axión aumentaba en las primeras etapas de la enfermedad. Esto provocaba que se redujese la plasticidad y la capacidad de regular su respuesta a los estímulos en curso, lo que daba como resultado neuronas motoras hiperexcitables.

Esta hiperexcitabilidad causa un aumento considerable de las contracciones musculares espontáneas

Esta hiperexcitabilidad causa un aumento considerable de las contracciones musculares espontáneas que se asemejan a los espasmos musculares involuntarios que padecen los pacientes con ELA. Asimismo, los investigadores descubrieron que las motoneuronas de la Esclerosis Lateral Amiotrófica en etapa avanzada presentaban un acortamiento del AIS, lo que provocaba este proceso.

Por ello, los investigadores explicaron que las diferencias en la duración del AIS en la progresión de la enfermedad deben investigarse más a fondo y pueden representar un cambio importante en la progresión de la enfermedad, con graves consecuencias funcionales. Además, el estudio sugiere que los cambios en la actividad neuronal son causados ​​por alteraciones en la morfología del AIS, potencialmente debidas a variaciones en la expresión de la proteína de andamio del AIS y de los canales de sodio específicos del AIS.

Optimismo

Es más, el autor del estudio Ivo Lieberam, profesor titular de KCL y autor del estudio, se muestra muy optimista con los resultados obtenidos “Los hallazgos permiten mejorar la comprensión del complejo mecanismo de esta enfermedad y, además, abre un nuevo objetivo terapéutico para mejorar la función neuronal de los pacientes”, aseveró Lieberam.

“Los hallazgos permiten mejorar la comprensión del complejo mecanismo de esta enfermedad y, además, abre un nuevo objetivo terapéutico para mejorar la función neuronal de los pacientes”
Ivo Lieberam, profesor titular de KCL y autor del estudio

Por tanto, este estudio puede arrojar un poco de esperanza a un campo que lleva tiempo estancado. El poder comprender el papel del AIS en la excitabilidad neuronal anormal permite establece nuevos enfoques terapéuticos, así como posibles marcadores tempranos de la enfermedad que permitiría facilitar el diagnóstico y permitir intervenciones más efectivas encaminadas a la personalización del tratamiento según las características del AIS.

Este ensayo no solo mejora la comprensión de la ELA a nivel molecular y celular, sino que también abre la puerta a diversas aplicaciones prácticas que podrían tener un impacto significativo en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad neurodegenerativa.

Fuente: gacetamedica.com/investigacion

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